Crítica, realidad y desigualdad son los temas que Joaquín del Paso pretende mostrar en esta cinta, sin embargo, otros temas se manifiestan de maneras agresivas en este largometraje hipnotizante.
En un campamento espiritual organizado por una escuela privada religiosa de puros varones, “El Hoyo en la Cerca” nos sumerge en una situación de aprendizaje dónde estos jóvenes adolescentes presencian la realidad de México de maneras muy “surreales”.
Después de su cinta “Maquinaria Panamericana”, Joaquín del Paso regresa con su segundo largometraje y ahora con una historia de vivencias personales embarrado con un dilema de clases sociales. Sin embargo, los discursos que pretende mostrar son ambiguos y carentes de sólidez al ser opacados por el misterio, horror y suspenso que no llega a un verdadero conflicto y que simplemente queda en el imaginario del director. Tomando en cuenta que esta película no tiene un verdadero protagonista.
Con un estilo art horror, Joaquín del Paso, nos hace partícipes de este campamento que va presentando momentos de tensión que pudieron ser mejor explotados y que nos encarrilan a una crítica social caótica poco elaborada, aprovechando del impacto visual pero carente de narrativa.
Un reconocimiento indiscutible, es su logro como producción al trabajar con más de 30 niños preadolescentes por más de un mes para realizar esta cinta y alcanzando actuaciones naturales y creíbles de personas de estos círculos y desenvolvimientos.
Así como el desempeño de producción, el trabajo de Alfonso Herrera Salcedo como director de Fotografía es crucial para el estilo narrativo de la cinta, creando atmósferas visuales poderosas y un lenguaje poco común en la fotografía de nuestro país.
Los ya famosos compositores Kyle Dixon y Michael Stein (Stranger Things) aportan sus peculiares ritmos sintetizados a esta película creando un ambiente espeso y fantástico. Tuve la oportunidad de que Joaquín del Paso me compartiera su desarrollo creativo al trabajar con Dixon y Stein, y la facilidad de crear algo adaptado a nuestra localidad y creando este misterio con jóvenes adolescentes es interesante. Sin embargo, un tanto desaprovechado, ya que su material no es constante en el filme.
“El Hoyo en la Cerca” es una cinta que demuestra muchos valores sobresalientes para la industria mexicana de cine, pero al mismo tiempo el hacer una historia excesivamente personal y con conflictos abordados de manera media, la alejan de una verdadera contundencia.
En el marco del Día Internacional contra la homofobia, transfobia y bifobia, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro y el Fideicomiso PROCINECDMX, en colaboración con el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), se unen para llevar una selección de cortometrajes que abordan la lesfobia, diversidad sexual e identidad, visibilizando problemáticas a las que se enfrenta la comunidad LGBTTTI+.
Se presentará el cortometraje Para Sarah de la activista, directora y fundadora de «Sociedad Activa», Erika Salinas Castillo, invitada especial del evento.
«Ana y Sarah se conocen en un grupo religioso, con el paso del tiempo se darán cuenta de que “el amor al prójimo” sí tiene restricciones. Historia inspirada en hechos reales»
En el 2021, Erika Salinas estrena dicho corto como guionista, directora y productora, en la Feria Internacional del Libro del Zócalo de la Ciudad de México. El argumento del cortometraje está basado en hechos reales; es la historia de Ana y Sarah, quienes se conocen en un grupo religioso y con el paso del tiempo se dan cuenta de que el amor va contra cualquier ley y religión. Un corto de denuncia contra las terapias de conversión.
Dónde se presenta:
Este miércoles 18 de mayo en la Glorieta de los insurgentes,a partir de las 20 horas.ENTRADA LIBRE
El Festival de Cannes dio una ovación de pie de más de ocho minutos a Arcelia Ramírez, actriz mexicana que interpreta a Cielo, una madre a la que le es arrebatada su hija menor de edad por el crimen organizado en la ciudad de Durango.
Con un guion de Habacuc Antonio de Rosario, Teodora Mihai, una directora rumano- belga, logra plasmar al México más agreste de todos. No el de la casa azul de Frida Khalo, tampoco el que tiene una de las maravillas arqueológicas del mundo antiguo y mucho menos el país que tiene una de las gastronomías más ricas del mundo, ese no.
Teodora y Antonio, logran capturar en un solo personaje lo que miles de familias mexicanas en todo el país, unos más que otros, viven gracias al reinado de los cárteles de crimen que imperan en muchas zonas. La impunidad, la mediocridad y la burocracia en los procesos legales, sin mencionar los compromisos que el gobierno pacta con el crimen organizado, son llevados a cabo por medio de la ficción en La civil.
El tratamiento dentro del guion de Antonio es inteligente porque aunque hace una severa crítica dentro de la propia ingobernabilidad mexicana y la ineficiente capacidad de los gobiernos “soberanos” de cada uno de los estados, también critica, desde una perspectiva mucho más comprensiva, al ciudadano promedio. Aunque las acciones de Cielo (Arcelia Ramírez) son resultado de la ineficacia para hacer un cumplimiento de la ley y hacer valer los derechos de los ciudadanos; la doble moral del personaje también refleja la falta de integridad que todos los civiles podemos tener o tenemos al momento de confrontarnos con esa rara mezcla entre la corrupción, la inseguridad y la impunidad; porque en México, no todos somos santos ni todos corruptos… Somos reaccionarios a un sistema que hemos vivido y sufrido por décadas.
Al estar viendo La civil, las imágenes de películas que habitan este mismo universo y que dialogan con la misma realidad venían a mi mente: “Sin señas particulares” de Fernanda Valadéz con el guion de Astrid Romero, “Sanctorum” de Joshua Gil y la serie de Netflix “Somos”. La mayoría de todo este material es hecho por mujeres, que no es raro, son las que en la práctica y no solo en título, llevan los pantalones en la familias mexicanas. Son las madres desesperadas las que se ponen las armas y salen en busca de una absolución definitiva a un duelo complicado con sus hijos, hijas, padres, hermanos, abuelos, etcétera.
Este conjunto de películas que entablan un discurso real con el espectador mexicano plasman de manera fehaciente el peligro que representa ser un civil en México. Me refiero incluso a los 153 periodistas muertos en lo que va del 2022,12 de estos han sido mujeres. Sin contar los ciudadanos que desaparecen cada día. Según el periódico «El economista» en un artículo del 2021, cada día desaparecen 23 personas en la administración de Andrés Manuel Lopez Obrador. En total han desaparecido y sin ser encontrados: 22,946 personas (cifras hasta el 30 de agosto del 2021).
Los números son escalofriantes y superan Incluso a los de los civiles muertos en la invasión rusa a Ucrania, donde recientemente su número más alto son 3,541… ¡en una guerra! Entonces, actualmente ¿en qué estado estamos hoy en día en México? Las muertes y desapariciones diarias no se comparan con los de una guerra civil, tampoco con los de una guerra… ¿Qué pasa en México?
Aunque La civil no responde esta pregunta, le pone una voz más a la situación que México vive en la actualidad con una gran dirección de Teodora Mihai y actuaciones magistrales de Arcelia Ramírez y Álvaro Guerrero.
Teodora Mihai no le da miedo ni tampoco le tiembla la cámara para plasmar la violencia silenciosa pero sufrida a voces por los mexicanos. Es interesante como la directora no señala pero sí puntualiza con severidad culpas, no sólo al gobierno, también todos los que habitamos este país. Su forma de manejar la cámara pone al espectador en una experiencia inmersiva y al mismo tiempo, lo coloca como un testigo de todo lo que estamos viendo.
Repito, no le da miedo en plasmar una realidad sangrante, pero siempre desde la mirada de la ficción, lo que me parece su más interesante. Aunque se siente cercano, hay un filtro de ficción, lo cual se agradece. ¡Es una de las mejores películas que veremos este año!
Estreno en cines el 19 de mayo y es de Cine Canibal.
Creatividad. Diversidad. Inclusión. Son los ejes rectores del Festival de Cine Europeo, un evento internacional anual que reúne una amplia selección de películas del viejo continente, mismas que han tenido éxito en su país de origen.
Este evento fomenta la exhibición de filmes que no siempre encuentran un escaparate para su exhibición, aún con el aval de festivales de la más alta categoría. Organizado por la Unión Europea a través de sus filiales en todo el mundo, el festival celebra la diversidad cultural de está parte del mundo.
En la conferencia de prensa representada por figuras como el embajador de la Delegación de la Unión Europea, Gautier Mignot, y el director de Difusión y Programación de la Cineteca Nacional, Nelson Carro, se confirmó que este año el festival regresará a las salas tradicionales con una programación que incluye una veintena de películas que abarcarán el drama a la recreación de época, nuevas generaciones, la xenofobia, la inmigración, el pasado reciente y de las reflexiones políticas hasta temas como la migración a través de cintas que evidencian la riqueza y pluralidad del arte cinematográfico europeo.
Cineastas como Pilar Palomero, Malgorzata Szumowska, Miroslav Mandić, Ivan Ostrochovský y Arash T. Riah nos llevarán por los rincones de España, Polonia, Dinamarca, Eslovaquia, República Checa entre otros varios países a partir del 12 al 22 de mayo en la Cineteca Nacional.
Si no te encuentras dentro de la Área Metropolitana, no te preocupes, ya que se sumarán dos circuitos nacionales de exhibición que presentarán 10 de los títulos participantes de este año.
Circuito 1:
Cineteca Tamaulipas / 30 de mayo al 9 de junio
Cineteca Mexiquense / 1° al 10 de junio
Universidad Autónoma de Aguascalientes / 20 al 29 de junio
Ivec Veracruz / Galería de Arte Contemporáneo de Xalapa / 22 al 26 de junio
Cineteca Tijuana / 12 al 22 de junio
Circuito 2:
Cineteca Sonora / 1° al 10 de junio
Cineteca Rosalío Solano de Querétaro / 15 al 26 de junio
Cineteca Guadalajara / 30 de junio al 10 de julio
Cineteca Nuevo León / 18 al 27 de julio
Cineteca Alameda San Luis Potosí / 05 al 14 de agosto
Es simplista poder pensar que la nueva trilogía del Wizarding World, el universo que antecede lo que vimos en Harry Potter, es solamente una sola historia, es más compleja que un joven atormentado por el abandono o una historia de amor.
Lo que me queda claro es que tanto “Animales fantásticos y donde encontrarlos” y “Los crímenes de Grindewald” no sabían qué rumbo tendrían. El personaje que habían planteado con Credence, que creíamos sería el central, incluyendo uno de los sucios secretos de la familia Dumbledore, aunque tenía personalidad, no tenía rumbo. El romance Tina/Newt, la verdad es que sin personalidad, sin química y si estaban o no junto pues daba igual. El camino que había tomado Queenie al final de la segunda entrega fue absurdo y digamos que el inicio en estas dos primeras partes era ambiguo.
Con “Los secretos de Dumbledore” la historia comienza a tomar una personalidad, aún no tiene el rumbo que debería. Esta tercera parte se encarga de cerrar los hilos que las otras dos habían creado fallidamente. Aquí todo se enfoca en la imposibilidad que Albus tiene para matar a Gellert. Aunque debo aceptar que Newt Scamander no es mi personaje favorito, aquí es el conducto de Dumbledore para derribar el plan de Grindewald para dividir al mundo mágico.
La subtrama sobre las ideologías totalitarias y las políticas divisoras es interesante y aunque es apenas una ligera exploración, creo que es un gran reflejo de la sociedad tan dividida en la que nos hemos convertido. Pienso que si la historia se comienza a ir más por ese lado puede que sea un camino correcto.
Recordemos que estas historias, desde la segunda parte, son historias mucho más adultas. No están enfocadas en los niños y aunque sí tienen elementos que la podrían llevar por ese lado, todo eso ha sido disminuido en beneficio del desarrollo más político de los personajes principales; que es aquí donde falla tremendamente “Los secretos de Dumbledore”.
El guion de Steve Kloves se toma el tiempo de cerrar historias y arcos dramáticos, eso lo arrastra toda la película; al mismo tiempo da la sensación de que quiere abarcar mucho, pero no hay de otra, se deben de concluir y arreglar lo que los guiones de Rowling, sin Kloves; hicieron.
Ahora, muchos dicen que no hay secretos de Dumbledore y que el título es un mero bait para atraer al espectador, sin embargo, no es así. Recordemos el libro que escribe Rita Skeeter en la saga de “Harry Potter”, según este libro habla sobre qué Dumbledore mató a su hermana a propósito y aquí lo aclaran. Me refiero a que ahondan en la problemática familiar de Albus y su hermano Aberfoth, los conflictos que los llevaron al distanciamiento que se veía en HP.
La película en términos generales es lenta porque se toma el tiempo necesario de concluir personajes e historias y trata de abrir los nuevos hilos que serán centrales en las próximas dos entregas. No es mala, pero se sigue sintiendo como una película de transición y, para ser una tercera parte, eso va en detrimento de su arco narrativo.
Los secretos de Dumbledore no sólo son los de Albus, es lo que engloba a toda su familia. Está llena de conflictos familiares, amorosos, política y corrupción… tiene de todo. En lo personal a mí me ha gustado y creo que es la mejor de las tres, porque se ha deshecho de los pesos que la bajaban en su historia y hasta ahora se enfoca en tomar un rumbo fijo.
“Hay partidas, adioses de los que no volvieron ni volverán. Aun en las mejores y conquistadas alegrías, sobreviene de pronto un vacío y nos quedamos taciturnos, solos, tiernamente desolados”
La ausencia es como un fantasma que duele. Es algo que aún se siente pero que ya no está, lo cercenaron de nosotros, pasiva o agresivamente, sin embargo, la falta de eso que tuviste y ya no, duele.
Litigante es un film de Franco Lolli que personalmente me ha dolido demasiado. Los temas que aborda son difíciles y complicados de llevar con éxito en una película, no obstante el director se luce con una naturalidad al contar la relación entre una madre y su hija cuando una de ellas está a punto de morir de un cáncer terminal.
Franco Lolli lleva a cabo una puesta en escena sobriamente montada, pero también sombríamente desarrollada. Se nota a leguas que el director ha querido plasmar una pesadumbre familiar e íntima que colocara al espectador en una posición vulnerable en cuanto al duelo y la pérdida anunciada de alguien.
No quiero que se mal entienda esto, la película es extraordinaria, contiene una naturalidad en sus temas lo suficientemente efectiva como para creer que la dinámica que ves ahí es real. Lolli ha decidido, con su puesta en escena, no dar tregua a los personajes y tampoco a quien los ve. Muchos se verán identificados en las dinámicas familiares que ahí se ven, en la peleas, los desacuerdos, pero también las expectativas que los padres tienen sobre los hijos, esas que se cumplieron y que no se dicen, al mismo tiempo que las que no se alcanzaron y se gritan en el patio trasero… todo eso se ve y su realizador lo hace con una naturalidad apabullante.
¡Brutal!
Litigante formó parte de La semana de la Crítica en el Festival de Cannes en 2019 y ya se estreno en nuestro país.
SINOPSIS
Silvia, madre soltera y abogada, está al borde de una crisis nerviosa. Debe dividir su tiempo entre cuidar a su hijo pequeño, acompañar a su madre enferma y defenderse de una acusación por corrupción. Justo en ese momento, cuando menos se lo espera, el amor llama a su puerta por primera vez en años
Luis toriz
Por Luis Toriz Sitio web: https://cineofata.blogspot.com/ Twitter: @JonathanToriz Facebook: @CDesclasificandoElCine Instagram: @elultimovivo
Pocos podríamos pensar que una de las obras más pulcramente escritas de la literatura como lo es “Lolita” de Nabokov estaría inspirada en una tragedia de una adolescente de 12 años que fue secuestrada más de dos años por Frank La Salle, un ex convicto por pederastia que salió libre bajo libertad condicional en 1948.
Vladimir Nabokov no oculta que su historia de “Lolita” se encuentre basada en una historia oscura como es la de Sally Horner que, lejos de gozar de la admiración y adoración de un hombre, sufrió violaciones y privaciones de la libertad siendo una menor de edad.
La historia de Nabokov es uno los libros más leídos, recomendados y también ha sido adaptado, nadie niega la calidad de pluma que significaba el escritor, ni ayer ni ahora. Lo que sí se pone en tela juicio, a la luz de los años, es su consciente romantización de abuso sexual infantil.
Aunque sus dos adaptaciones cinematográficas edulcoran las situaciones de violación y abuso bajo un filtro de coqueteo y romance juvenil, el tema es evidente, pero también poco se habla de la normalización que la hipersexualidad infantil ha tenido en ciertas producciones cinematográficas.
Stanley Kubrick realizó una excelente adaptación de Humbert por medio de Jeremy Irons, quién interpreta a un hombre de 52 años que se encuentra enamorado de su hijastra. Sin embargo, sí analizamos, y no a mucha profundidad, la ligereza con la que el abuso es abordado es incluso hasta ofensivo por su diabólica omisión, si tomamos como base el crimen sobre el que está basado. En ambas producciones se culpa a la joven adolescente de provocativay sensual en relación al siempre inocente Humbert que arde en silencioso deseo por la joven que no cesa de provocarlo.
Desde los posters se coloca a una joven con un caramelo en la boca (con evidentes insinuaciones sexuales), unos lentes oscuros a media mirada, la cual se puede interpretar como provocativa en el contexto de la historia. Cabe mencionar que la historia siempre es contada a través de los ojos de su protagonista hombre, nunca se enfoca en la perspectiva de la joven, simplemente vemos lo que Humbert quiere ver, su utópico romanticismo con una adolescente a la cual le triplica la edad.
Ahora bien, si está historia les parece pasada de moda, hay una más reciente que muchos alabaron por contar con una cinematografía impecable. No es nuevo que para contar una historia que romantiza el abuso infantil tenga características visuales y artísticas de muy buen gusto. “Call me by your name” de Luca Guadagnino (2017) basada en la obra literaria de André Aciman es una historia que incluso ganó el Óscar como mejor adaptación, lo cual habla de una minuciosa pulcritud en su versión cinematográfica.
La calidad de ambas producciones no se pone en entredicho, lo que sí se cuestiona es la calidad moral de sus historias. No estoy diciendo que de no existir estas películas se eliminaría la pedofilia de la faz de la tierra, estamos lejos de eso, sin embargo, sí resultan ser apologéticas en su tesis en una perspectiva que exalta y edulcora al pedofilo.
La misma sociedad hollywoodense que ha cancelado a grandes directores como Woody Allen por abuso sexual, exaltan trabajos literarios y cinematográficos que acarician el delito en la subtextualidad con temas sexuales ilícitos entre hombres evidentemente más maduros que sus “enamorados”, ocultando siempre la edad dentro de las historias o dejándolas ver como irrelevantes o sin importancia, en comparación con el relato amoroso e ideal que viven ambos personajes.
Ahora, no lo veamos desde el punto de vista de una sociedad norteamericana en decadencia, veámoslo a través de los ojos de un víctima de abuso sexual infantil, también víctimas del mismo consumismo mediático.
“Leaving neverland”, un documental de Dan Reed que basa su tratamiento con base de entrevistas a Wade Robson y James Safechuck.
Ambos actores, en ese momento infantiles, relatan de forma muy puntual y descriptiva los abusos sexuales que Michael Jackson cometía contra ellos. Ambos han reconocido que no entendían lo que pasaba en ese momento, simplemente se vieron abrumados por la cantidad de lujos que ellos y sus familias recibían a cambio de que, cada noche, separados de sus padres por alas completas de la residencia, pasarán la noche con Michael Jackson.
A la luz del tiempo, estas dos víctimas cuentan que en ese preciso momento el abuso para ellos no existía, simplemente estaban enamorados de Michael. De este modo, no podemos re victimizar a las víctimas culpándolos de omisión del delito y como cómplices de su propio abuso. El abusado no está consciente del daño que está sufriendo, pero el abusador sí.
Wade y James cuentan en lágrimas la decepción amorosa cuando vieron que fueron cambiados por otro niño (Maculay Kulkin) con el que Michael aparecía en público en las alfombras rojas donde era invitado. Ahí fue cuando se dieron cuenta que sufrían por el rechazo que sistemáticamente perpetraban los medios por medio de noticias de un secreto a voces del abuso que Jackson cometía a todas luces, pero al que todos desviaban la mirada.
La apología del delito también es un delito penado en la ley. Probablemente en muchos países por su cultura se les permita el contacto sexual con menores de edad aunque sea después del matrimonio y en esos casos pueda ser discutible al ser aprobado de manera social y familiar, pero también con la plena conciencia de los implicados, en este caso los menores de edad.
Los tiempos actuales se acercan, ayudados por grandes movimientos en redes sociales como #MeToo, a tomar cada vez más conciencia acerca del abuso sexual normalizado que la sociedad a permitido se infiltre como un modo de acceso a la fama o a la expresión de los talentos. De este modo también ahora enfrentamos otro problema del que después escribiremos: La doble moral en una industria que basa su sistema en el abuso omitido y en la silenciación de sus víctimas.
Apenas vamos en marzo del 2022 y ya vi dos películas de lo más locas y disparatadas en el cine. Moonfall de Roland Emmerich es pésima por donde le veas, si acaso la salvan los efectos especiales y que conoces de lo que es capaz el director cuando hablar de destruir el mundo se trata.
Otra es Ambulancia de Michael Bay… ¡que locura con este director!
Danny (Jake Gyllenhall) y Will (Yahya Abdul-Mateen II) son dos hermanos que nacieron y vivieron en el crimen organizado de la ciudad de Los Ángeles. Más tarde sus caminos de separaron por cuestiones de principios y moral. Will se convirtió en soldado y fue a pelear la guerra en Afganistán y Danny se dedicó siempre a robar bancos. Hasta que Will se ve empujado a regresar a cometer un último crimen para conseguir 230 mil dlls para combatir el cáncer de su hijo.
Lo que se suponía sería un atraco sencillo se complica solamente por una declaración de amor. No seré agente de spoilers pero sí… no me reclamen a mí, es una película de Michael Bay.
Lo que sí puedo decir es que esta película es para apagar el cerebro y disfrutarla por lo que es: frenética, loca, incoherente y llena de acción. Dos horas con Bay en una sala de cine parece que viviste un año de frenética acción y que saliste ileso; ves tantas cosas, con miles de puntos de vista y posiciones de cámara que abruma.
Si hay algo que siempre me ha gustado de este director es que su lente no tiene límite. No hay cielo, techo, pared o piso que detenga sus planos. Sus picadas y contrapicados; sus planos dentro de los planos y que decir de los abiertos… es una clase de lenguaje cinematográfico, sin embargo todo sirve para dar forma a la acción, no para contar una historia de forma coherente.
Cuando un director hace una toma en contrapicado da una nota de sentimiento dependiendo de los colores que coloca en su decoración en complemento con la música y todo el conjunto. Pero con Bay esta regla se anula, no existe. El director es tan estrambótico en sus intenciones que todo pasa rápido y pasa todo, pero no ves nada.
Sé que suena loco pero, lo vimos con Transformers mil y un veces. Sus películas están atiborradas de efectos, coches, sonidos, rechinados y chispas, aún en un coche detenido, sale fuego, ¿de donde? Solo Michael lo sabe.
Lo que pongo a su favor es que tiene un gran cast: Jake, Abdul y Eiza González. No le pongo pero a ninguno de los tres y me pongo de pie porque protagonizar una película de Michael Bay debe ser la locura. Es un director que requiere mucho de sus actores, tanto física como mentalmente y por un churro de película, donde pasa todo y nada al mismo tiempo.
Ambulancia es una película simple, sin mayores complicaciones, para pasar un buen rato gritando de emoción y estando preocupado por el futuro de los protagonistas. ¡Es lo que es!
Luis Toriz
Por Luis Toriz Sitio web: https://cineofata.blogspot.com/ Twitter: @JonathanToriz Facebook: @CDesclasificandoElCine Instagram: @elultimovivo
Estamos en tiempos violentos, pero no solo eso, también en épocas donde la más mínima apología a conductas que insinúen algún tipo de violencia es condenada pública y también, no todas las veces, legalmente.
Fresh de Mimi Cave y bajo la producción de Adam McAy, es no solo un reflejo de los tiempos violentos que ahora vivimos en contra de las mujeres, sino también de lo banal que resulta ser cuando lo ves plasmado en la pantalla grande. Es distinto cuando una película denuncia un defecto social como el callar un delito que es un secreto a voces, ya sea de un funcionario público, de una persona influyente o cualquiera que esté en una posición de poder.
Esta película protagonizada por Sebastian Stan como Steve, un médico cirujano que se dedica a secuestrar mujeres para satisfacer a un grupo selecto de hombres de poder que gustan de comer carne humana, pero específicamente de mujeres.
La sensación que deja esta película la comparo mucho con la misma que me dejó Hostal de Eli Roth cuando la vi. Un hastío por la sociedad en combinación con miedo al ser más común que se pueda acercar a preguntarte la hora. Porque una situación de trata de personas con el fin de tráfico de órganos, de prostitución o cualquier otra actividad ilícita, no solo puede pasarle a mujeres, también a hombres y México es un país protagonista en este tipo de casos.
Aunque la historia tiene mucho cuidado y por un solo detalle del guion al final, su tesis no resulta apologética hacia la violencia que acusa y retrata tan escatológicamente, es sumamente insinuante e insidiosa. Creo que el que esté dirigida por una mujer salva que sea una exaltación al odio hacia las mujeres para convertirla en una denuncia en forma de una película de terror.
Resulta ser una línea muy delgada en la forma en la que se dice algo cae en el defecto propio que se denuncia. Fresh es lo demasiado inteligente para que no parezca precisamente eso y, ni modo, lo aplaudo. La película está tan bien hecha y escrita que da miedo, precisamente porque es tan cercano, pero también fácil caer con gente enferma mentalmente en redes sociales, aplicaciones de citas o con esta mentalidad de: “solo una noche”, pues puede que sea la última.
Fresh es terrorífica a grados viscerales e inteligente de forma estratégica y violenta. De verdad que es una genialidad por donde se le quiera ver.
Luis Toriz
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Conocí el trabajo Joachim Trier por Reprise, una ópera prima interesante que tuvo una proyección en ese entonces durante la muestra de la Cineteca Nacional.
La historia me impresionó porque obviamente la narrativa era diametralmente distinta a lo que se acostumbra ver. Su estilo era desde entonces contar dos historias: Dos amigos escritores que, después de escribir un manuscrito cada uno, lo entregan a la misma editorial, el mismo día. Uno de estos es publicado y el otro no.
Joachim Trier que también es el guionista, coloca a sus dos protagonistas en una coyuntura moral y llena su forma con canciones que para ese momento de la historia encajan perfectamente bien. El director sabía cómo lograr un cierto humor en el espectador por medio de un delineado de los personajes, no solo minucioso, sino también desenfadado. Esta característica es exaltada con la selección musical.
Joachim Trier ya trazaba desde entonces personajes erráticos, más aún a su protagonista. El actor Anders Danielsen Lie, que también aparece en “La peor persona del mundo”, interpretaba a Phillip, el joven autor publicado que cambia totalmente su vida gracias a que se vuelve famoso y deja atrás todo lo que lo definía tanto personal como profesionalmente.
Después de explorar otro tipo de historias y también incursionar en el género del terror sobrenatural, Joachim vuelve a un inicio, donde sus personajes son probados moralmente y erráticos en todas sus formas. También recurre de nueva cuenta a una voz como narrador que nos va contando en tercera persona todo lo que pasa con el protagonista, como si de un cuento se tratara.
La peor persona del mundo está dividida en en doce capítulos, un prólogo y un epílogo, por los cuales vemos la evolución de Julie, una mujer joven que no sabe lo que quiere. Un día quiere ser doctora, al otro psicóloga para después decidirse por la fotografía; esta indecisión la lleva al terreno de los sentimientos.
Aunque sí la historia amorosa es importante, es aún más relevante el ejercicio introspectivo que Julie tiene durante toda su historia contada por el narrador. Lo interesante es cómo esta joven es consciente de su notable inmadurez y de la afectación que va causando a la personas que se van involucrando con ella.
Joachim Trier vuelve a lo básico de su cine: contar historias con coyunturas morales que ponen a su personaje en serios problemas por medio de un soundtrack llamativo y ligado por capítulos. También este estilo rememora un poco al cine de su tío Lars von Trier, quien también regularmente divide sus películas en segmentos para llevar a un epílogo que aunque es el fin de la película, indica que no lo es tanto de su protagonista.
El discurso que Joachim Trier tiene con su espectador con esta película es reconociblemente peculiar para quien lo hemos seguido de cerca, para los que apenas lo descubrirán verán en él a realizador bastante maduro que ha sabido perfeccionar su técnica y narrativa inicial en favor de un estilo que al final de cuentas pertenece a un autor de lo personal e íntimo.
ESTRENO 17 MARZO 2022
Luis Toriz
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