GHOSBUSTERS (1984)
Ivan Reitman dirigió en 1984 una de las películas de aventuras y ciencia ficción más representativas de la historia del cine, me refiero Ghostbusters y, aunque debo aceptar que no es una mis películas favoritas, reconozco que tiene cierto encanto y gracia con el espectador, por lo tanto, logra engancharlo con su historia y carismáticos personajes.
Jason Reitman, su hijo, continuó exactamente como dentro de su propia historia, con un legado que su propio padre había dejado hace mas de treinta años. Ghostbusters: El Legado logra permanecer en la misma forma y fondo de la aventura de la historia original. También logró mantener la esencia de los personajes, conservando la hermandad y la amistad que la clásica tiene muy presente. Jason Reitman muestra una camaradería entre los actores adolescentes y establece una muy fuerte vinculación entre ellos y el público por medio de la nostalgia de la primera.
GHOSTBUSTERS: el legado
Lo interesante de esta secuela directa es que su vínculo con el inicio de 1984 es nada más que iconográfica a través de objetos que reconocemos, situaciones que nos presentan con los tintes de misterio y del terror, porque nunca ocupa o abusa de manera directa de su génesis, no ocupa más que un par de veces la nostalgia, pero logra permear todo por lo poderoso de su uso de estos símbolos y momento, esto habla de un gran guion, pero también de un muy buen director.
Ahora bien, Jason Reitman, reveló en una entrevista con Sensacine, que siempre le daba miedo vivir bajo la sombra de su padre, lo cual no sucede porque desde que este director comenzó a dirigir películas, siempre fueron historias con un estilo lo suficientemente fuerte que hasta el día de hoy películas como “Juno”, “Labor day” y “Amor sin escalas” permanecen por pararse como películas con excelentes historias y construcción de personajes, y lo más importante es que logra transmitir lo que quiere al espectador.
De esta manera Ghostbusters: El Legado tiene una forma propia que no abusa de la nostalgia, aunque sí la tiene y la usa, sin embargo, logra crear una personalidad que atrapa al espectador desde el primer momento. Sus personajes dialogan de manera directa con sus orígenes, estos se logran levantar de manera independiente y con esto cautivar con su personalidad y arco propio.

Ghostbusters: El Legado podrá no ser la película perfecta, pero aun así es un producto que logra el cometido porque el fue hecho, entretener y recordar.

Por Luis Toriz
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