El Juicio de los 7 de Chicago (The Trial of the Chicago 7, Aaron Sorkin, 2020)
Aaron Sorkin ha forjado su carrera como un guionista de primera calidad, estando detrás de relatos como Cuestión de Honor (A Few Good Men, Reiner, 1992), la serie de The West Wing (1999-2006), El Juego de la Fortuna (Moneyball, Miller, 2011) o La Red Social (The Social Network, Fincher, 2010), por la que ganó el Oscar a Mejor Guión Adaptado.
Hace un par de años decidió hacer su ópera prima, de la cual escribió también el guión, llamada Apuesta Maestra (Molly’s Game, 2017), de la mano de Jessica Chastain como Molly Bloom en una historia que desmenuzaba el lado oscuro de las apuestas y los indebidos manejos de dinero de gente poderosa involucrada en altos niveles de poder.
Tres años después de su debut como director en cine, Sorkin regresa con un relato acerca de una de las protestas que fue clave en el movimiento contracultural de los Estados Unidos de finales de los 60s en Chicago en El Juicio de los 7 de Chicago, producción original de Netflix que apunta para ser una posible contendiente en la futura temporada de premios.

Abbie Hoffman, Jerry Rubin, David Dellinger, Tom Hayden, Rennie Davis, John Froines, y Lee Weiner son los siete a los que hace alusión el título, defensores de los derechos que iban en contra de la guerra y la matanza de jóvenes en Vietnam que fueron sometidos a juicio por cargos de conspiración, incitar a la violencia entre otros que el gobierno estadounidense planeaba imputarles más por intereses políticos que por un sentido de justicia.
La gran virtud de Sorkin, de nueva cuenta, es el guión que va planteando todo de manera muy ágil para hablar de este movimiento, de la causa justa detrás de estos líderes que llevaron sus ideas hasta el punto en que formaron parte de una revolución de ideas en un año como 1968 que fue de cambios globales y movimientos contraculturales donde la juventud alzaba la voz.
Lo que hace interesante al relato de Sorkin es que a pesar de ubicarse en estos extraños y duros momentos, nos entrega un drama de corte donde, conforme avanza el caso, vamos viendo lo que pasó en cuanto a los hechos por los que se les acusa a los siete, desarrollando a la par a algunos de sus personajes más importantes como Abbie (Sacha Baron Cohen) y Tom Hayden (Eddie Redmayne), que aún con posturas un tanto opuestas se dan cuenta de que la causa común trasciende más allá de ellos mismos y sus diferencias.

A pesar de los destacados nombres dentro de este cast como John Carroll Lynch, Joseph Gordon Levitt o Frank Langella, entre otros que hacen un gran papel, hay quienes destacan mucho más ya sea en su carga dramática, como Mark Rylance en su rol del abogado defensor William Kunstler, rol que poco a poco se va contagiando del caso y la vibra de los infames Siete de Chicago.
Aunado a ello, tenemos a Eddie Redmayne con su aparentemente callado y pulcro rol de Hayden, mismo que se contrapone al sorpresivo papel de Sacha Baron Cohen como Abbie, un liberal que resulta no sólo ser una especie de relief cómico sino la visión más revolucionaria del movimiento, la de un hippie con ideales que está dispuesto a luchar por la causa cualquiera que sea el costo, atreviéndose a retar al sistema a toda costa.
Sin duda, algo natural en Sorkin es el interés por los temas sociales mostrados a través de hechos reales dramatizados y en esta cinta vuelve a fluir de una manera natural, a pesar de que a veces la edición y el ritmo de la cinta se pueden sentir un tanto abruptos hacia el final. Pero más allá de eso, su comentario siempre es político, cuestionando las instituciones o sistemas donde se desarrollan estos problemas de injusticia sin caer en lo melodramático pero si en lo entretenido.

Es así que Sorkin demuestra no sólo sus virtudes como guionista sino que comienza poco a poco a dar toques interesantes a su visión como director en este filme que parecía que no se iba a realizar, que pasó por las manos de diferentes productores e incluso llegó a tener el interés de nombres como Spielberg, Greengrass, Stiller, entre otros para llevarla a cabo.
Finalmente, este sonado caso basado en una historia real mezcla un buen drama, algunos momentos cómicos y un tema muy enriquecedor para estos días donde los movimientos sociales como #BlackLivesMatter y la nueva ola feminista nos recuerdan que a veces las causas implican una revolución de ideas, levantar la voz y encontrar una causa justa que mueva los cimientos de la sociedad. A final de cuentas, hoy más que nunca, todo el mundo está mirando.

Por A.J. Navarro
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