Mano de Obra, el clasismo se da en todos los niveles

Mano de Obra (David Zonana, 2019)

En tiempos recientes, la problemática de la desigualdad social se ha acentuado mundialmente de una manera preocupante. Esto ha orillado a que el séptimo arte tome las riendas para mostrarnos las causas y efectos de esta disparidad, regalándonos relatos dramatizados que demuestran los estragos que esto puede causar.

Para muestra, basta un botón. La ganadora del Oscar a Mejor Película este año, Parásitos (Parasite, 2019) del aclamado cineasta coreano con bases sociológicas Bong Joon Ho nos dió una pequeña probada de este problema en el contexto de la sociedad de Corea del Sur, misma que trascendió sus fronteras y se convirtió en un gran éxito debido a la empatía que generó en la audiencia aparte de los méritos fílmicos en su narrativa.

En ella, una familia de bajos recursos opta por irse metiendo poco a poco en el seno de una familia rica al ir consiguiendo empleos con ellos quitando del panorama a quien sea necesario. La crítica social es fuerte, mordaz y sobre todo equitativa ya que ningún personaje resulta ser superior moralmente, no hay un rol a seguir, solamente se muestran causas y consecuencias de un clasismo que trasciende fronteras y carcome a Corea desde hace años.

Otro ejemplo de un ejercicio fílmico interesante pero «a la mexicana» es la ópera prima de David Zonana, Mano de Obra, en la que vemos a Francisco (Luis Alberti, estupendo), un trabajador de la construcción que después del fallecimiento de su hermano en una construcción y la falta de resolución ante ello por parte del patrón, buscará cierta justicia al tomar las riendas de la situación. 

Pero esta constante búsqueda por una justicia social llevará a Francisco y sus compañeros de oficio a cometer ciertos actos que inevitablemente los pondrán en medio de una confrontación de clases, imposiciones y problemas que resaltan muchas de las problemáticas de la sociedad mexicana en este grupo donde a pesar de ser del mismo nivel socioeconómico no elude la cuestión del clasismo entre ellos mismos. 

Sin duda algo de lo más destacado de esta ópera prima es el personaje de Francisco, interpretado por Luis Alberti, que le hizo merecedor al Ariel en esta edición 2020. El desarrollo de este peculiar protagonista resulta ser de lo más interesante al ir navegando entre las aguas de una causa justa que lo lleva a actuar de las peores maneras, desarrollando así una crítica social que remite al dicho de que «incluso entre los perros hay razas». 

Mano de obra (2019)

Y es que de pasar al inicio de ser casi un fantasma, ignorado, viviendo en la pobreza y azotado por la indiferencia de las clases más altas o puestos de mayor jerarquía que él, pasa a ser un luchador que toma las decisiones equivocadas hasta convertirse en algo similar a lo que tanto le molestaba pasando de oprimido a opresor, autoritario sólo para que aprenda una lección de la manera más difícil posible. 

Zonana se rodea de muchos personajes secundarios que son actores no profesionales para darle cierta naturalidad al relato ambicioso que muestra las capas del clasismo y cómo este mismo problema no depende sólo de una posición económica favorable sino que cualquiera puede caer en ello sin importar de donde venga.

Otra parte interesante es justamente la dinámica de estos compañeros de trabajo que desarrollan un modus vivendi que parece ser un punto aislado en medio de una ciudad, haciendo de este lugar un oasis, una utopía casi socialista donde todos aportan, todos hacen, todos se protegen pero en que la aparente infalibilidad del sistema acaba por romperse debido a los intereses personales de cada uno y las relaciones de poder en el mismo. 

Mano de obra (2019)

Justamente son esas capas de interpretación y crítica hacia un sistema social quebrado lo que hacen de esta ópera prima una dramatización un tanto orwelliana que nos entrega una peculiar mezcla entre «Rebelión en la Granja» y «Que No Muera la Aspidistra», dos novelas cortas del autor inglés que criticaban por una parte al socialismo estalinista y por otro lado al desencanto de la burguesía y el amor por el dinero sobre el oficio. 

Así, Mano de Obra se convierte en un destacado filme que marca con buen paso el debut por parte de este director mexicano en un relato que pone el dedo en la llaga de un sistema social donde el clasismo asalta sin discriminar a todos los niveles, mostrando que, tristemente, todo buen ideal puede ser corrompido por los intereses propios dejando de lado las buenas intenciones, mostrándonos así la ambigüedad moral en la que día a día nos toca vivir.

A.J Navarro

Por A.J. Navarro
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