Este año, la pérdida de talento en el mundo artístico ha sido muy dura. Desde talentos musicales como Oscar Chávez (Los Caifanes, Ibáñez, 1967) y el compositor Ennio Morricone (El Bueno, El Malo y El Feo, Leone, 1966) hasta actores y directores que van desde Ian Holm (Alien: El Octavo Pasajero, Scott, 1979) hasta Joel Schumacher (Un Día de Furia, 1993).
Tristemente, otro gran talento se sumó a la funesta lista de pérdidas en este 2020, el director y escritor británico Alan Parker, dejando atrás un legado de cintas destacadas así como un palmarés interesante que incluye dos nominaciones al Premio de la Academia y ser ganador del Premio del Jurado del Festival de Cannes en 1984.
Para recordar su memoria, ofrecemos este top de algunas de sus obras más memorables en su corto pero muy significativo legado fílmico que deja atrás para el disfrute de los corazones cinéfilos.
-Fama (Fame, 1980)
Cuarenta años han pasado desde que Parker consiguiera hacer este reflejo del camino a la fama de unos jóvenes que buscan salir airosos de su preparación en una escuela pública de artes.
Parker conjuga su estilo dramático con el alma del musical clásico donde la mezcla de buenas canciones, una de ellas que ganó el Óscar ese año y que le da el título a la cinta, aunada a un relato sensible acerca de los caminos truncados del éxito, haría de esta cinta una parte fundamental de la década ochentera.
Originalmente pensada en llamarse «Hot Lunch», en la cinta desfilan jóvenes talentos como Paul McCrane (Robocop, Verhoeven, 1987) o la cantante y actriz Irene Cara, que brillan gracias al guión de Christopher Gore, tocando temas sensibles como los problemas raciales, el fracaso, el abuso dentro del gremio y la homosexualidad de una manera inteligente en una búsqueda que demuestra lo doloroso del viaje para alcanzar una estrella.

-Pink Floyd: The Wall (1982)
Después de mostrar la cara del fracaso detrás de la búsqueda del éxito, Parker haría una alianza con una de las mentes maestras detrás de la emblemática banda de rock psicodelico, Pink Floyd: el bajista Roger Waters.
Inspirado en las canciones escritas para su álbum homónimo, The Wall resulta ser un viaje tremendo muy acorde a lo que la banda representaba. La cinta nos mostraba a Floyd (un estupendo Bob Geldof), un artista conflictuado que durante una etapa de aislamiento cae en una locura contagiosa de la cual el espectador es testigo.
Lleno de secuencias impactantes como los niños y su «educación» escolar o la escena de la navaja (que le costó un tremendo trabajo a Geldof grabar por su miedo a la sangre), este viaje musical al que Parker se refería como «la más costosa cinta de estudiantes jamás hecha» se ha convertido en una película de culto que ha trascendido generaciones.

-Corazón Diabólico (Angel Heart, 1987)
Parker se salió de su zona de confort para realizar una cinta que resultó ser de culto con el paso del tiempo y que juntó a dos actores cuya rivalidad y malas vibras trascendieron más allá de los sets de filmación en esta película que resulta ser una extraña combinación de terror con cine noir.
Corazón Diabólico está basada en la novela de Williams Hjortsberg donde el investigador privado Harry Angel (Mickey Rourke) es contratado por un misterioso señor llamado Luis Cyphre (Robert DeNiro) para encontrar a un cantante desaparecido que está bajo contrato con él. Sin embargo, esta investigación comienza a tener unos giros oscuros que Angel no esperaba tener que enfrentar.
Esta premisa, aunada a la ambientación posguerra de los Estados Unidos, nos ofrece atmósferas dignas del cine policíaco/noir clásico con un giro perverso que no esperamos además de una estética muy especial en el desarrollo del relato que hace de este filme de Parker una propuesta diferente a lo antes hecho en su historial como realizador.

-Mississippi en Llamas (Mississippi Burning, 1988)
Después de entrar al género del horror, Parker optó por regresar a un terreno conocido con este drama inspirado en el asesinato cometido por el Ku Klux Klan de tres activistas afroamericanos.
Acompañado de un par de actores de la talla de Gene Hackman (Contacto en Francia, Friedkin, 1971) y Willem Defoe (Pelotón, Stone, 1986) como los agentes del FBI Anderson y Ward, el relato mostrará la investigación detrás de la desaparición de unos activistas mostrándonos una cara amarga del racismo en los Estados Unidos.
La cinta, elegida por el crítico de cine Roger Ebert como la mejor del año 1988 y que logró siete nominaciones al Premio de la Academia, incluyendo una para Parker, muestra dos personajes con diferentes estilos en búsqueda de una justicia que luce parcializada hacia los «blancos» en un mundo injusto donde la mano dura y la violencia son palpables.
En su momento, la cinta levantó controversia por dramatizar y distorsionar los hechos en los que se inspira. Sin embargo, el impacto generado por la cinta es de una obra cinematográfica de gran calidad que muestra el triste y gran alcance del racismo en los EEUU, algo que sigue sacudiendo las entrañas de ese país y del mundo en general.

-The Commitments (1991)
La vena musical del director Alan Parker explota en sobremanera con este gran clásico basado en una novela de Roddy Doyle, mismo que coescribe el guión de la cinta que nos presenta a Jimmy Rabbite (Robert Arkins), un hombre que busca formar con sus amigos una banda de R&B en Irlanda del Norte.
La película muestra el verdadero poder de la música al reunir a un grupo de personas que tal vez no son los mejores músicos pero tienen un corazón impresionante que no los parará nunca. A la vez de que la música se convierte en un poderoso aliado del filme, también lo es el reflejo de esa clase baja trabajadora que lucha por salir adelante siempre.
Sin duda, The Commitments resulta un recordatorio de esa parte musical que a Alan Parker le resultaba tan eficiente en su carrera. El conjugar la situación de Irlanda del Norte con un humor irónico rodeado de grandes clásicos de la música de los sesenta y una naturalidad tremenda en el cast, hacen de este uno de los filmes más sencillos pero de mayor corazón de este director.

-Alas de Libertad (Birdy, 1984)
Ganadora del Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 1984, Alas de Libertad es la historia de dos amigos que se encuentran después de que su relato de amistad se cortara debido al estallido de la Guerra de Vietnam en los Estados Unidos.
Al Columbato (Nicolas Cage) y Birdy (Matthew Modine) son el eje de esta aventura antibélica que demuestra los estragos que una batalla que nadie necesitaba realmente generó en una generación de jóvenes que tuvieron que regresar a tratar de recuperar sus vidas con no mucho éxito.
Musicalizada por el gran Peter Gabriel, el relato cuenta cómo estos dos personajes tan disímiles encuentran refugio y apoyo uno en el otro, pero es Modine y su Birdy quien se roba la cinta con esa actuación brutal de un hombre que cree que la vida no tiene mucho más que ofrecer por lo que prefiere volverse pájaro para volar en libertad siempre.
Esta obsesión se ve reflejada en su extremo al regresar de la guerra. Es ahí donde este reencuentro con su viejo amigo, Al, nos lleva a través de todas las vivencias y del cómo terminaron así, en ese lugar y en esa situación donde un final que se vislumbra trágico se convierte en un pequeño gran chiste acerca del mundo y los deseos de una generación perdida.

-Expreso de Medianoche (Midnight Express, 1978)
El relato de búsqueda de libertad y supervivencia del joven estudiante Billy Hayes fue el segundo largometraje que Alan Parker realizó en su carrera y le ameritó críticas muy positivas además del aplauso del público.
La película fue nominada a seis Premios de la Academia, incluyendo Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor de Reparto en el rol de John Hurt, de los cuales se llevó dos a casa. El primero fue por Guión Adaptado, que fue escrito por Oliver Stone y también ganó en el apartado de Mejor Música Original, misma que corrió a cargo del estupendo músico Giorgio Moroder.
Adaptada de la novela escrita por el mismo Hayes, la película levantó polémica por la crudeza de la experiencia en la cárcel turca, país donde la cinta fue vetada hasta el año de 1992 donde se transmitió por televisión por primera vez en ese país. También se le criticó que en la dramatización de los hechos se cayó en una tergiversación de los mismos que no fue del todo cierta.
La vida de este joven en la prisión además de sus intentos de escape es llevada a un extremo doloroso, mismo que el verdadero Hayes ha comentado que es exagerado hasta el límite. Sin embargo, el lugar que tiene este filme en los corazones cinéfilos es especial, sobre todo en una década donde las reglas para hacer obras cinematográficas cambiaron drásticamente hacia una visión más cruda de las cosas.
Ya sea que se haya caído en el exceso o que sea una dramatización efectiva, Expreso de Medianoche sigue siendo una cinta muy recordada por mostrarnos la necesidad de lucha por los derechos humanos además del problema de tráfico de drogas y las consecuencias que ello trae. Un clásico imperdible.

«He vivido una vida encantadora, he tenido el control absoluto de mi trabajo, a pesar de que trabajo en un área muy difícil de la máquina de Hollywood»
Alan Parker

Por A.J. Navarro
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