Francis Ford Coppola. Un gánster del cine posmoderno.

Por Edgar Israel Salas Guzmán. ConexxionPop

Lo siento padrino… ¿Por qué fue a la policía? ¿Por qué no vino a mí primero? ¿Qué quiere de mí? Dígame cualquier cosa. Pero le ruego que haga lo que le pido ¿Y qué es lo que pides?…

En los años sesenta, hubo una gran revolución, no sólo sexual, sino también política y social, la cual determinó el camino de los grandes cineastas, en el caso de Francis Ford Coppola, no fue la excepción.

Mientras John F. Kennedy ganaba la presidencia en Estados Unidos en 1960, venciendo a Richard Nixon, en una de las elecciones más cerradas de ese país, Coppola, nacido en Detroit, Míchigan, hijo del director de orquesta y flautista Carmine Coppola y de Italia Coppola, actriz que en algún momento trabajó en Italia; se graduó en la Universidad de California de los Ángeles en la carrera de Artes Teatrales.

Francis Ford Coppola

Una de las políticas principales de Kennedy, ya como presidente de los Estados Unidos, era luchar contra el crimen organizado. En 1961, Robert Kennedy, hermano de John,  fue nombrado fiscal general (cargo equivalente a ministro de Justicia). Donde tuvo gran relevancia en la aplicación de las leyes de los derechos civiles y, también, por dar un gran golpe en contra de la mafia. Como en todos los gobiernos, prácticamente se deben hacer pactos, es decir, aplicar la política entre el Estado y los grandes del hampa, pero el gobierno estaba encarcelando a muchos de la mafia, cuestión que, evidentemente, no estaba pactado entre ambos bandos, generando fastidio y molestia del lado de los malos.

El viernes 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, Kennedy fue asesinado en el coche presidencial, en la Plaza Dealy. Hasta la fecha existen varias teorías de su asesinato, una de ellas es que la mafia, en una operación totalmente supervisada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y con pleno conocimiento de los altos mandos, inclusive con semanas de anticipación, de la Oficina Federal de Investigación (FBI), en ese entonces, su director, John Edgar Hoover, estaba al frente, lo que ha llevado a fundamentar ampliamente esta teoría de conspiración entre ambas instituciones.

Mario Gianluigi Puzo, nacido en Manhattan, Nueva York, un 15 de octubre de 1920, también proveniente de un seno de una familia de inmigrantes italianos, cumplió con su servicio militar durante la Segunda Guerra Mundial y estudió ciencias sociales en la Universidad de Columbia. Escribió muchas obras, con temas relacionados con los gángsters y con los inmigrantes italianos, por ello, es conocido como el literato de la mafia

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, tuvo que dejar su trabajo en Nueva York para enlistarse en las filas militares. Al terminar ésta, él ya tenía 22 años, y se quedó en Alemania como encargado civil de relaciones públicas de la Fuerza Aérea. Así, regresó a Estados Unidos y entró a la Universidad. Entre escribir cuentos, reseñas y artículos, decidió escribir una novela que no sólo impactara en la crítica, sino que también a él ya le dejaría dinero, fue así como propuso a la editorial Putnam, una novela sobre la mafia italiana; entonces escribió su obra maestra: El Padrino, en 1969.

Coppola rodando El Padrino

Para Coppola, no fue sencillo su comienzo, era retraído y lo que le interesaba mucho era el cine, le encantaba ir a las proyecciones del Museo de Arte Moderno y sobre todo leer acerca del arte cinematográfico.

Después de obtener la licenciatura en arte dramático, Coppola ingresó a la escuela de Cine de la Universidad de California de los Ángeles. La producción teatral no se echó al saco roto, debido a que ya había tenido contacto con las prácticas escénicas, le interesaba, no sólo quedarse con la teoría, sino entrar de lleno a la práctica, ¡hacer cine!

Hablar de Coppola, es hablar ya de un legado cinematográfico, pero sin duda, el Padrino es y será un icono en el cine universal. Paramount Pictures fueron los interesados en llevar al cine la novela de Puzo, sólo que su interés no era inyectarle mucho dinero, aún y cuando la novela se había convertido en un Best Seller, es decir, que la producción fuera modesta. Tampoco tenían el interés de que algún director judío, como ya era costumbre en este género de gángsters, hiciera la película, por lo que comenzaron a buscar directores italianos, justo cuando la novela llegó a los trece millones de ejemplares vendidos, entonces, le ofrecen la versión cinematográfica a Francis Ford Coppola.

Marlon Brando y Francis Ford Coppola

En ese momento, George Lucas, un gran amigo y socio de la productora que en ese momento tenían, Zoetrope, le sugirió que no podría dejar de hacerla a pesar de que él no quería, que estaban muy endeudados y era una forma de conseguir dinero. Y no se equivocó, convirtiéndose así en una de sus películas más importantes hasta la fecha.

No es para menos, desde su estreno, hasta el día de hoy, además de la época en que se desarrolla, en los años cuarenta, presenta a la mujer, no sólo como la ama de casa, sino con injerencia en la decisión de los maridos, con voz y voto; hay una presentación de lo femenino en el planteamiento de Michael, personaje interpretado por Al Pacino, donde la única posibilidad de redimir al imperio de los Corleone es darle el poder al hijo “más puro”, al estratega, al persuasivo, al que no está sucio, el que no tiene la maldad que ya cargan sus otros hermanos, inclusive el que hace gran uso de la manipulación, todos estos atributos, comúnmente planteados en los cánones y estereotipos femeninos impuestos por la sociedad. Por ello, esta película sigue tan vigente y reinterpretada en muchas obras, hasta la podemos encontrar en series de plataformas de streaming muy importantes. La trama nos muestra que para poder redimir a la familia y conservar el imperio, la cabeza recurre al hermano “más débil”, inclusive “menos capaz”, que es blanco de burlas de sus otros hermanos, ejemplo claro que podemos hallar en la serie “Monarca” de la productora Salma Hayek, donde el futuro está en poner a la cabeza, por encima de una familia de machos, la sensibilidad, la feminidad, pero sobre todo, echar a la borda el poder, casi fálico, en momentos donde lo femenino debe de ser reconocido, donde debe imperar la igualdad…¡Una sucesión patriarcal manejado por alguien muy femenino, incluso por una o varias mujeres! No se veía mucho en los años setenta, inclusive no se ve tanto en la actualidad, afortunadamente comienza a repuntar esta situación.

El Padrino tuvo gran impacto en el público y en la prensa estadounidense e internacional, no por tratar temas de la mafia, sino por mostrar que lo más importante es la preservación de la familia y el imperio y cómo Coppola hizo una gran crítica al poder y corrupción del sistema estadounidense, y poner a la mafia por sobre la ley y el sistema. En una entrevista, el director dijo estas palabras: “La diferencia estaba en que la mafia cumplía promesas y representaba una autoridad confiable. Estados Unidos no cuida a su gente, nosotros vemos a nuestro país como nuestro protector, y éste nos ve la cara de tontos”.

Hablando de su lenguaje cinematográfico, es una película, hasta la fecha, de gran referencia para los estudiosos del arte y del cine en general. Las contrapartes que muestra en su montaje, escenas de solicitud de venganza, yuxtapuestas con la celebración de la boda de Connie, todos divirtiéndose, con una fotografía de contraluces, casi como si estuviéramos viendo el cuadro de Baile en el Moulin de la Galette de Renoir, una de las obras más representativas de este pintor impresionista.

Francis Ford Coppola

Sin duda, hallamos a Coppola con una maestría del manejo de los simbolismos en cada una de sus escenas; ejemplo de de ello es el jardín, lugar donde Vito se siente tranquilo, donde encuentra la paz a pesar de ser la cabeza de los Corleone, está jugando con su nieto, símbolo de la esperanza, inocencia y de una generación venidera, como si nos dijera que va a continuar el legado a pesar de su muerte. Vito no permitió que nadie lo matara o lo viera morir y justo se muere enfrente de uno de sus grandes amores, su nieto, una vez más, vemos la transferencia del legado.

Dentro de la filmografía que podemos encontrar de este gran director, guionista y productor que ha ganado cinco premios Óscars están:

2016  Distant Vision   2011  Twixt   2009  Tetro   2007  Youth Without Youth   2000  Un matin partout dans le monde (TV Short)   1997  El poder de la justicia 1996  Jack   1992  Drácula   1990  El padrino: Parte III   1988  Tucker: The Man and His Dream 1986  Peggy Sue, su pasado la espera 1986  Captain EO (Short)   1984  Cotton Club 1983  La ley de la calle   1983  Los marginados   1981  One from the Heart   1979  Apocalipsis   1974  El padrino: Parte II   1974  La conversación

Francis Ford Coppola

Un director con grandes discrepancias con los productores por defender sus ideales y su forma de narrar las historias, que se ha enfrentado con grandes problemas en sus producciones, pero sin duda, uno de los directores más importantes del cine, que perdurará a través de los tiempos y no dejará de fascinarnos con sus propuestas narrativas y visuales. Un legado siempre digno de recordar.

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