Mucho, mucho, amor, la leyenda detrás de la capa y astrología

Durante varias décadas, hubo un personaje en la televisión que llamaba la atención de la gente, ya sea por su peculiar y poderosa oratoria, su manera de vestir siempre elegante y colorida o sus mensajes astrológicos transmitidos con grandilocuencia, que usualmente despedía a todos los espectadores mandando los mejores deseos en forma de mucho, mucho amor.

Este personaje era Walter Mercado, una personalidad misteriosa que siempre fue más allá de su imagen pública y que, súbitamente, después del año 2006 parecía haber desaparecido de la faz de la tierra, dejando con la duda de qué habría pasado con él a generaciones de seguidores que, de una u otra forma, fueron marcados por este ser extravagante.

Bajo esta premisa inicial, los directores Cristina Constantini y Kareem Tabsch nos entregan este documental donde exploramos más acerca de quién es el hombre detrás de la capa y el misticismo, su importancia para la comunidad latina en EEUU y en toda América, así como los porqués de su desaparición del medio; la narrativa se da a través de un relato que mezcla el propio testimonio de Walter con el de algunos fans famosos, sobrinas, amigos y ex socios que van deconstruyendo la vida de Mercado.

Dividida en capítulos, presentados como cartas del tarot, este documental comienza con las raíces de Mercado, aquel joven puertorriqueño que desde su niñez quedaría marcado por las palabras de su madre, que afirmaba que: «ser diferente es un don, ser ordinario es común». Esas palabras serían la base de todo y marcarían su vida para siempre, lo que eventualmente buscaría lograr en su carrera.

Así, tras un golpe de suerte, realiza su primer show televisivo. El encuentro con las personas que lo llevarían al éxito de maneras nunca imaginadas, hasta incluso llegar a ser considerado como el «Profeta de la Nueva Era», dándose a conocer mundialmente, creando un personaje que fue tachado de egocéntrico o narcisista, pero que en su momento se atrevió a romper moldes.

También, obtenemos un vistazo al glamour alrededor de su personaje, algo que visualmente para muchos era impactante por el estilo propio y diferente, cuestión que llevó a enfrentar bromas acerca de su sexualidad e incluso llegar a ser un modelo a seguir para la comunidad queer latina; así como, el doloroso problema que lo sacó del mundo televisivo dándole un giro de 180 grados a su vida.

Es esta parte, la más floja de esta pieza ya que incluso en el estudio del caso que cambió su carrera o en la parte polémica del negocio de las llamadas del 01 800 con sus «expertos psíquicos», no nos muestra realmente su lado del relato, lo que ocasiona que Mercado se sienta un tanto glorificado en medio de estos hechos difíciles; además de evadir las preguntas más personales de su vida, postura que si bien es fiel a su personaje no deja de ser un tanto protectora para su imagen.

El camino sigue hasta los momentos emotivos que presenta el final, donde el encuentro con uno de sus fans más populares, en esos tiempos, detona en una reacción en cadena por parte de viejos y nuevos seguidores que, curiosamente, han hecho de Walter Mercado alguien que ha trascendido más allá de la fama para convertirse en un ícono que trasciende hasta la generación millenial e incluso más allá de ellos, para quienes se ha convertido en una parte de la cultura pop latina.

Sin embargo, lo más importante que deja este documental es, no sólo la visión humana detrás de la capa de este personaje, la importancia de su mensaje que va más allá de la astrología, de las religiones, los géneros y las razas. Lo que distingue a Mercado es que jamás habló de aspectos negativos, sino que siempre dio un mensaje de fe, de creer en uno mismo, de buscar esa fuerza interior que todos necesitamos de vez en cuando para salir adelante.

Por ello, Mucho, Mucho, Amor cumple su cometido al mostrarnos más acerca de quién fue Walter Mercado a través de momentos emotivos que funcionan, no sólo como cierta revelación acerca de su misteriosa personalidad, sino como un homenaje a alguien que, citando al mismo Walter, es «una fuerza de la naturaleza sin principio ni fin», un personaje que representó el rompimiento de varios paradigmas de su época, alguien que aún en su ausencia fue inmortalizado por esa vibra, franqueza y exceso de inocencia, así como esos aires andróginos que lo convirtieron en una estrella, en una constelación que aún existe más allá de su muerte.

Puedes verla aquí
netflix.com/muchomuchoamor

Por A.J. Navarro
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